Todo empezó cuando Mario quería explicar cómo llegar a un sitio donde había cenado con sus papás que tenía bolas, pero no se acordaba de dónde estaba, solo que había llegado con el coche. Así que Félix, que quería ir le dijo que su papá podía leer mapas, que el papá de Mario dibujase un mapa para que el de Félix lo leyese y le pudiese llevar.
De allí surgieron preguntas por los mapas, y por cómo sabes por donde ir si estás en un barco y pierdes el mapa, y por los mapas de tesoros piratas.
-Marta, ¿Nos buscas un mapa de un tesoro?
-¿Qué tesoro?
-Pues uno de monedas... ¡De chocolate!
-¿Queréis que busque un mapa o plano para buscar un tesoro?
-Siiiiiii!!!! ¡Búscalo en tu casa!
Así que hemos llegado hasta aquí, niños de 3 años intentando leer un plano de su clase ¡Alucinante! Lo que tenían claro es que la X roja es donde está el tesoro...
Cada equipo tenía un plano de clase, y con un poquito de ayuda, han leído donde estaba su parte del tesoro y han podido ir a buscarlo:
Cuando todos encontramos nuestras piezas, las juntamos para hacer un nuevo mapa para toda la clase
y éste último mapa nos llevó a la biblioteca donde nos esperaba el tesoro de verdad:
¡Un cofre lleno de monedas de chocolate! ¿Qué pirata despistado lo habría dejado allí?
¡Estaba riquísimo! Compartimos las monedas con los compañeros y las profes que conocemos (Porque ellos lo propusieron): Patricia, MªÁngeles, Ana Mª, Arancha, Jessica... A mi me han sorprendido mucho, son capaces de hacer cosas maravillosas, interpretar planos, compartir tesoros, colaborar para conseguir un bien para todos... ¡Son admirables!
Si queréis ver más fotos de la búsqueda,
pinchad aquí
